La mayor parte de la seguridad alimentaria es de sentido común: por ejemplo, si deja caer un frasco al suelo y se rompe, ¡no raspe la conserva y la meta! Pero algunos peligros son menos obvios, por lo que debe ser precavido (especialmente al alimentar a niños, ancianos o personas vulnerables):
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Hacer limpia las superficies de trabajo y herramientas antes de empezar una tarea y shoo perros y gatos así fuera del camino. La carne cruda, las mascotas y el barro pueden causar contaminación cruzada y los consiguientes peligros alimentarios.
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No utilice materiales corrosivos para ninguna parte de su conservación: no utilice recipientes de aluminio, esmalte o ferrosos (especialmente peligrosos con vinagre o sal).
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No use el contenido de los frascos de conservas cuando el sello ya esté roto, la muesca de la tapa se haya "reventado" o el producto esté seco, mohoso, maloliente o descolorido. Si sospecha de la calidad de alguna manera, deséchela (los organismos más peligrosos son invisibles y no desprenden olor).