Una comida tradicional italiana es un proceso pausado, un momento para compartir las noticias del día y disfrutar de los deliciosos resultados del trabajo del cocinero, y tiene varios platos distintos. Si está preparando una auténtica comida italiana, siga esta lista en orden:
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Antipasto: algo para picar, como un cuenco de aceitunas marinadas y un poco de hinojo fresco para mojar en aceite de oliva extra virgen, o una rodaja de Parmigiano-Reggiano fino y un poco de pan, tal vez servido con bebidas.
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Primo: Un primer plato o aperitivo. Por lo general, pasta, arroz, sopa o polenta. Mantenga las porciones pequeñas (ocho porciones por una libra de pasta) porque el plato principal es el siguiente.
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Secondo: El plato principal, generalmente pollo, carne o mariscos. Por lo general, es bastante simple, especialmente si ya se ha servido un plato rico de pasta o arroz.
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Contorno: El plato principal suele ir acompañado de una fuente de verduras. Esta guarnición suele ser bastante simple y destaca la bondad simple de la verdura.
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Dolce: La mayoría de los días, la dolce es un plato de fruta. Algunas galletas italianas duras, llamadas biscotti, para mojar, y vino de postre son otra opción. Los pasteles, tortas y natillas más elaborados son para ocasiones especiales.
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Caffe: Termine una comida con espresso por todas partes.